Cuando un odontólogo está atendiendo a su paciente, y llega el momento de darle pautas a nivel psicológico, es fundamental que cuide tanto lo que le dice, como el modo en que se lo dice. Los pacientes necesitan que su odontólogo les transmita las pautas y consejos de una manera determinada.
Para ello, será muy útil que el odontólogo sea consciente del esfuerzo constante que supone para el paciente con boca seca enfrentar la rutina del día a día. Cuando más empatía muestre el profesional y más se ponga en el lugar del paciente, mejor atendido se sentirá el paciente. Es por ello, por lo que puede dedicar un espacio en la visita para preguntar cómo afecta personalmente al paciente el síntoma de boca seca. Se trata de tomar unos minutos para que el paciente pueda explicar su situación y sentirse atendido.
Respecto al cómo, será importante que el odontólogo se centre en escuchar a su paciente. El paciente debe sentirse escuchado y comprendido y sentir que al odontólogo le importa cómo se encuentra . Para ello, el odontólogo debe mirar al paciente mientras éste le habla y mostrar interés en lo que le está contando.
El odontólogo no debe olvidar que la xerostomía altera la calidad de vida del paciente y su estado emocional.
En función de si la xerostomía es de carácter reversible o irreversible, ésta requiere un tipo de intervención odontológica u otra e incluso a nivel emocional, también es importante diferenciar el abordaje del paciente.
En pacientes en los que la xerostomía sea reversible, el tipo de intervención del personal de la clínica puede estar orientada hacia la motivación del paciente en la búsqueda de la solución al problema de boca seca, así como la recomendación de productos que estimulen la salivación y/o hidraten la cavidad bucal. Si se controlan los parámetros que pueden producir xerostomía y el paciente se esfuerza en ser disciplinado y tener una buena actitud y constancia en los cuidados bucodentales, puede mejorar significativamente la secreción de saliva.
Sin embargo, si la xerostomía es de carácter irreversible, el odontólogo deberá tener más cuidado y calma en su intervención. El paciente necesita un tiempo para asimilar que tiene que vivir con ello. Ese tiempo puede ir de unas horas, semanas, hasta incluso meses en función de las características de personalidad del paciente y de las dificultades por las que haya pasado. Si el paciente se encuentra agotado emocionalmente tras haber luchado contra un cáncer y padece boca seca como consecuencia de la radioterapia, necesitará mucho más apoyo, comprensión y apego que un paciente que padezca boca seca por otro motivo.
En este caso, el paciente necesita una serie de de medidas psicológicas :
- El primer objetivo será la aceptación. Cuanto antes pueda aceptar el paciente su xerostomía, mejor podrá convivir con ello. La no aceptación de la realidad añade a la misma un sufrimiento extra . Es lógico que el paciente se queje, pero el exceso de queja puede aumentar su atención sobre la sequedad de boca . Si está pendiente de otras cosas y se distrae, puede realizar sus quehaceres diarios casi sin darse cuenta de la sequedad de su boca.
- Otro punto importante es que el odontólogo debe elogiar a su paciente sobre los buenos hábitos adquiridos en higiene bucal reconociendo y reforzando este hábito. Para el paciente, el odontólogo puede ser una figura de autoridad, y un elogio recibido por su parte, puede tener un impacto emocional positivo.
- Sin embargo, si el odontólogo debe corregir una pauta debe hacerlo con respeto y de un modo afectuoso. Del mismo modo, tras corregir al paciente, debe buscar rápidamente otro punto positivo del paciente y comunicárselopara contrarrestar el posible efecto negativo de la crítica.
Finalmente, es de interés remarcar que la parte emocional es importante a la hora de abordar un síntoma. Cualquier dolencia abordada y soportada con actitud de aceptación y determinación positiva, contribuye a que la persona mejore físicamente y a que el proceso de dolencia sea mucho más llevadero.