Por: María Carmona – Odontóloga.
La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por una disminución de la producción de insulina necesaria o una deficiencia de su acción. La insulina es una hormona producida por el páncreas, que regula los valores de azúcar en la sangre y su captación por las células del organismo. En los pacientes con esta enfermedad padecen hiperglucemia (aumento de glucosa en sangre), que con el tiempo puede dañar gravemente distintos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos.
Esta enfermedad se clasifica en dos, Diabetes tipo 1, denominada también insulinodependiente, juvenil o de inicio; que suele aparecer en la infancia y que los pacientes que la padecen requieren de administración diaria de insulina.
La Diabetes tipo 2, aparece más frecuentemente en adultos y tiene una mayor prevalencia que la anterior en la que existe resistencia a la insulina en las células del organismo ya que su secreción es insuficiente. Esta se suele controlar con dieta, medicamentos orales, aunque en ocasiones también es necesario la administración de insulina.
Una de las características importantes de esta enfermedad en la sensación de sed constante por la que los pacientes diabéticos, están dentro del grupo de los pacientes con riesgo de Xerostomía, este hecho se produce por el aumento de glucosa en los fluidos, lo cual hace que la saliva de los pacientes se vuelva más viscosa, creando problemas como aftas, que son unas pequeñas úlceras blancas, que suelen ser muy dolorosas. En ocasiones las complicaciones derivadas de dicha enfermedad, y la administración de algunos fármacos agravan aún más la xerostomía. Además de esto se producen numerosos problemas bucales en el paciente diabético, ya que estos son candidatos frecuentes a infecciones recidivantes.
Problemas periodontales, son los que afectan a los tejidos de soporte de los dientes y en estos pacientes suelen aparecer de manera agresiva destruyendo dichos tejidos. Es fundamental concienciar al paciente de la necesidad de una buena higiene, así como el seguimiento por parte del profesional.
La enfermedad periodontal, caries, candidiasis, queilitis comisural y sialomegalia son algunas de las enfermedades bucales más frecuentes de estos pacientes (1).
La disminución de saliva puede tener relación con un incremento de la diuresis o poliuria lo que implica una disminución del líquido extracelular y consecuentemente de la producción de saliva (2).
Además algunos fármacos con agentes hipoglucemiantes pueden a su vez producir xerostomía.
La Diabetes Mellitus está relacionada bidireccionalmente con las enfermedades periodontales puesto que la diabetes produce una respuesta inflamatoria alterada frente a las bacterias patógenas presentas en la encía lo que puede acelerar la destrucción de los tejidos de soporte periodontales. A su vez, la periodontitis puede iniciar o aumentar la resistencia a la insulina favoreciendo la activación de la respuesta inmune sistémica que es iniciada por las citoquinas proinflamatorias. (3)
Es importante que los pacientes con Diabetes Mellitus tanto tipo 1 o tipo 2 lleven a cabo una correcta y completa higiene bucal diaria con el uso de productos formulados específicamente para solucionar el problema de boca seca y a su vez proteger dientes y encías.
Para evitar, cualquier riesgo, es muy importante seguir las instrucciones de la medicación, así como de la dieta, no exponiendo al organismo a situaciones límite que pueden afectar a diferentes partes de nuestro cuerpo.
- OMS.
- Carda C, Mosquera-Lloreda N, Salom L, Gomez de Ferraris ME, Peydró A. Structural and functional salivary disorders in type 2 diabetic patients. Med Oral Patol Oral Cir Bucal 2006;11:E309-14.
- Informe SEPA/FUNDACIÓN SED DIABETES Y ENFERMEDADES PERIODONTALES.